La
Palmyre-Les Mathes es una comuna francesa, situada en el departamento
de Charente-Maritime en la región de Poitou-Charentes. La casa de
vacaciones Les Mathes, se encuentra en esta comuna, en la 17 Océan
Avenue, distrito 17570, junto al estuario del río Garona, zona
próxima a Burdeos, Francia
La casa orienta las zonas comunes hacia
el oeste, dando la vista hacia el mar y las habitaciones privadas
hacia el este donde se tiene la vista a la variedad de vegetación
que existe en ese lugar, esto permite tener contacto directo con el
territorio en cualquier posición se encuentre.
.
Se trato de integrar la casa al
contexto, pensando en el problema de habitar conforme a unas
condiciones determinadas por la misma zona pero sin recurrir en modo
alguno a la repetición de modelos ya existentes.
lunes, 12 de enero de 2015
Charles-Edouard-Jeanneret
nació el 6 de Octubre de 1887 en La Chaux-de-Fonds, situada en el
corazón macizo del Jura, en Suiza. (No es de extrañar, pues, que su
arquitectura esté profundamente arraigada en la naturaleza, el
paisaje, el entorno.) Para nosotros es más conocido por Le
Corbusier, pseudónimo tomado en los años 20 del apellido de su
abuelo materno que potencia su ambiciosa personalidad, con el que ha
pasado a la Historia. Era hijo de un esmaltador de relojes y una
pianista. Tuvo una infancia feliz y relajada entre los frondosos
bosques y las impresionantes montañas de su pueblo. A los 13 años,
dejó la educación primaria para estudiar en la escuela Arts
Décoratifs, siguiendo los pasos de su padre para esmaltar y grabar
las esferas de los relojes. Su profesor, Charles L’Eplattenier le
enseñó historia, dibujo, la estética naturalista del «art
nouveau» y le aconsejó que estudiara arquitectura. El interés por
el arte lo llevó a dejar la relojería para seguir profundizando en
la luz, el color y la decoración.
Su
primera vocación fue la pintura, que influyó en el esbozo de sus
edificios por sus dibujos puristas, geométricos, naturalistas y
orgánicos. A los 20 años diseñó su primera casa, Villa Fallet, y
tras ese primer reto viajó durante cinco años por Europa. En
Alemania, se familiarizó con los trabajos de Mies van der Rohe,
Frank Wright y Gropius y, en París, trabajó en el estudio de
Auguste Perret. En 1912, Le Corbusier regresó a La Chaux-de-Fonds
para dar clases junto a L’Eplattenier y abrir su propio estudio de
arquitectura. Para entonces, se había convertido en uno de los
miembros más activos del funcionalismo, movimiento que entendía la
arquitectura como una fusión entre la armonía clásica y la
funcionalidad de los tiempos modernos.
En
1916, en plena I Guerra Mundial, se instaló en París donde vivió
casi dos décadas en un pequeño apartamento alquilado del barrio de
Saint Germain-des-Près. Llevaba una vida muy modesta, dedicada a la
pintura por las mañanas y a la arquitectura por la tardes.
A
raíz de la destrucción ocasionada durante la I Guerra Mundial, en
la que millones de personas se quedaron sin hogar, Le Corbusier
patentó el sistema «Dom-ino», que consistía en la fabricación de
casas en serie en pocas semanas con estructuras de hormigón. El modo
de construir también era nuevo: se integraban las ventanas en los
armazones, se fijaban las puertas con sus bastidores y se alineaban
los armarios-pared. Luego se empezaban a construir los muros
exteriores y los tabiques interiores.
Además
de como arquitecto, Le Corbusier también triunfó como diseñador.
En 1929, presentó en París su colección de muebles «Living
Equipment», en la que destacaban sofás, sillas y tumbonas
combinados con acero cromado y un tapizado en cuero negro mate o en
piel de vaca. Toda una selección de objetos que siguen siendo
tendencia en la decoración de interiores.
En
1934, visitó Barcelona y presentó con José Luis Sert el proyecto
«Plan Macià», que preveía la destrucción de la mitad de la zona
antigua de la capital catalana para crear viviendas en armonía con
plazas y avenidas arboladas. Finalmente, no se llevó a cabo, como
tampoco se hicieron realidad sus planes de derribar zonas antiguas de
otras ciudades como Moscú, París o Argel para levantarlas de nuevo
como urbes hipermodernas.
Entre
1942 y 1948, desarrolló el Modulor, un sistema de medidas en las que
el arquitecto retomó el antiguo ideal de establecer una relación
directa entre las proporciones del hombre –una estatura de 1,75
metros– y los edificios. En 1955, llegó el Modulor II y la altura
subió a 1,83 metros. Con la Unidad Habitacional, de Marsella, se
puso a prueba este sistema que también se usó para la Casa
Curutchet, en La Plata (Argentina).
Como
teórico de la arquitectura escribió «Hacia una arquitectura»
(1923), «Los tres establecimientos humanos» (1945) y «Cuando las
catedrales eran blancas» (1947), donde dejó patentes los cinco
postulados básicos que aglutinan su obra: los pilares, la planta
libre, los techos-jardín, la fachada libre y la ventana
longitudinal. Sus famosas villas en París, Savoye, La Roche y Stein
son los mejores ejemplos de esa filosofía. Gracias a la aplicación
que hizo de los avances tecnológicos y al hormigón armado, sostuvo
construcciones sobre pilares delgados, realizó cubiertas planas,
dispuso plantas libres de gruesos muros estructurales y abrió
ventanas de gran longitud.
En
1950, cumplió el sueño de construir Chandigarh, la nueva capital
del estado indio del Punjab, una ciudad llena de jardines, parques y
vías anchas que nada tenía que ver con el trazado laberíntico de
otras ciudades indias
Sus
obras más importantes son la Casa de Suiza, de la ciudad
universitaria de París (1931-1932); la Unidad de Habitación, de
Marsella (1947-1952), la iglesia de peregrinación de Nôtre Dame du
Haut, en Ronchamp (Francia, 1950-1954) y el monasterio de los
dominicos de La Tourette (1957-1960).
Durante
los últimos años de su vida, Le Corbusier se recluyó en su retiro
espiritual en Roquebrune-Cap Martin, a 2 kilómetros de Mónaco.
Solía decir que poseía «un castillo en la Costa Azul que tiene
3,66 metros por 3,66 metros». Al parecer, lo diseñó siguiendo los
planes del Modulor. En este pequeño cubo se dedicaba a pintar
desnudo, a pensar en soledad, a expresar sus ideas sobre el papel y a
idear nuevos proyectos. Muere en una playa cercano a dicho “refugio”
el 27 de Agosto de 1965.
Le
Corbusier diseñó 400 proyectos, construyó 75 edificios, publicó
40 libros y dejó huella por todo el mundo. Fue uno de los padres
del minimalismo y el encargado de dotar de funcionalidad y
practicidad a los proyectos. Admirador de Lloyd Wright y amigo de
Mies van der Rohe y Walter Gropius. Arquitecto, urbanista, pintor,
diseñador, escritor, editor, fotógrafo, cineasta… No hubo una
sola disciplina que se le resistiera y donde no pudiera desarrollar
esa libertad creativa que siempre lo caracterizó. Un teórico sin
miedos, con la mirada puesta en su presente y que supo adelantarse a
las necesidades futuras, sabiendo conjugar naturaleza y tecnología
en una misma ecuación con un único propósito: hacer la vida más
fácil.
Introducción
Uno de los grandes nombres responsables
de la renovación arquitectónica del siglo XX fue sin duda Le
Corbusier. Durante los años veinte del pasado siglo no solo asumió
las innovaciones más radicales de la vanguardia arquitectónica,
sino que fue creador de alguna de las soluciones más drásticas y
perdurables del Movimiento Moderno, dando una trascendental
importancia a las últimas novedades tecnológicas. Sin embargo a
partir de 1930 también releyó muchas de esas posturas y, sin
olvidarlas, realizó alguna de sus obras siguiendo los parámetros
marcados por la tradición vernácula de los lugares donde se
asentaron.
Uno de los mejores ejemplos de esa
mezcla entre vanguardia y tradición es la Villa le Sextant o Casa en
Les Mathes. En ella se unen la arquitectura popular mediterránea con
el diseño horizontal y limpio característico del Movimiento
Moderno. La piedra local que recubre las fachadas de forma desordena
y la madera de los balcones, se fusionan sin estridencias con las
ventanas horizontales y las logias abiertas que aligeran visualmente
la construcción. Ante esta casa uno no sabría decir si está
exactamente viendo una casa moderna o una construcción agrícola
surgida del talento de los canteros de la zona, pues supone un
auténtico homenaje al espíritu del orden clásico y tradicional.
En el caso de esta obra Le Corbusier se
aleja de lo que el concibe como los 5 pilares de la arquitectura
moderna y de la estética cubista, pretendiendo lograr un producto de
texturas tradicionales utilizando muros de mampostería, vigas y
forjados de madera. Las ventanas corridas son sustituidas por
ventanas más discretas, la 'azotea - jardín desaparece, ya que la
cubierta a dos aguas no lo permite.
Aún con todo esto Le Corbusier sabía
muy bien lo que hacía y quería obtener una relación más cercana a
la naturaleza y el paisaje, ya que con el uso de estos materiales, la
casa se integra en el entorno natural en la que se halla, es una
arquitectura más naturalista.
Situación
La Palmyre-Les Mathes es una comuna
francesa, situada en el departamento de Charente-Maritime en la
región de Poitou-Charentes. La casa de vacaciones Les Mathes, se
encuentra en esta comuna, en la 17 Océan Avenue, distrito 17570,
junto al estuario del río Garona, zona próxima a Burdeos, Francia.
Concepto
Casa pensada para pasar temporadas de
vacaciones, en un lugar en la montaña cerca del mar. Esto le permite
plantear una organización abierta con contacto directo con el
territorio.
La distribución a través de las zonas
comunes y de galerías abiertas superpuestas. La casa orienta las
zonas comunes hacia el mar, al oeste, y las habitaciones privadas
hacia el este. Se trata de un acercamiento, en un pensar, al problema
de habitar conforme a unas condiciones determinadas sin recurrir en
modo alguno a la repetición de modelos estereotipados ajenos.
Espacios
En la planta baja se sitúan el
aparcamiento cubierto pero sin cerrar, dos habitaciones, un baño y
la zona de cocina con una mesa para comidas rápidas o desayunos.
En la planta superior a la que se
accede desde el aparcamiento se sitúan otras dos habitaciones, un
baño y la zona de estar donde también se coloca una mesa que puede
servir para comidas y cenas con invitados. En la sala de estar pueden
dormir dos personas más.
En total la casa puede acoger
cómodamente a 9 personas.Todas las estancias, tanto en la planta
baja como en la planta superior se comunican por una galería techada
pero abierta a la intemperie. Esto no es un problema en el momento en
el que pensamos que se trata de una casa de veraneo y sólo será
habitada durante las estaciones más cálidas del año.
Materiales
“La naturaleza se hace paisaje
cuando el hombre la enmarca”
La rusticidad de los materiales no es
en modo alguno un obstáculo para la manifestación de un plan claro
y una estética moderna. ( Le Corbusier, 1930)
El tema central que es la utilización
de piedras rústicas, es acompañado por un subtema a nivel de
texturas y calidades visuales, como es el contrapunto entre la
rusticidad de la piedra y el diseño purista, con resonancias
neoplásticas, de la carpintería.
Está proyectada para ser construida
con componentes y mano de obra del lugar, mostrando que la modernidad
no está reñida con los materiales tradicionales ni precisa de
grandes medios técnicos, sólo claridad y sensibilidad en su
razonamiento.
La misma greca que construye los muros
genera los rasgos expresivos y plásticos de la casa. Todo surge de
un mismo gesto en la unidad de los materiales y su situación, lo que
no impide la tranquila libertad para la ejecución de los detalles
dentro del sistema, como sucede en la ventana a poniente de la cocina
o en los colores de los paneles de madera de los cerramientos,
pintados alternativamente de marrón, azul y blanco.
En el caso de esta obra Le Corbusier se
aleja de lo que el concibe como los 5 pilares de la arquitectura
moderna y de la estética cubista, pretendiendo lograr un producto de
texturas tradicionales utilizando muros de mampostería, vigas y
forjados de madera. Las ventanas corridas son sustituidas por
ventanas más discretas, la 'azotea - jardín desaparece, ya que la
cubierta a dos aguas no lo permite.
Aún con todo esto Le Corbusier sabía
muy bien lo que hacía y quería obtener una relación más cercana a
la naturaleza y el paisaje, ya que con el uso de estos materiales, la
casa se integra en el entorno natural en la que se halla, es una
arquitectura más naturalista.
Como podemos apreciar en este video,
mediante la construcción de una maqueta, la geometría de la casa se
basa en una forma geométrica simple, los rectángulos. La forma
rectangular predomina en toda la casa, tanto en elementos
individuales, como puede ser una habitación, hasta elementos
conjuntos, como son las zonas de estar y de servicio.
Además, estas formas rectangulares
predominan tanto en fachada como en el alzado, lo que provoca que
ambos sean semejantes.
Orientación.
La orientación de la casa permite que
la luz natural ilumine toda la casa durante todo el día, debido a
que sus dos fachadas principales están situadas hacia el este y
oeste, es decir, el saliente y el poniente.
El sol ilumina durante la mañana la
fachada orientada al este, es decir, las zonas privadas. A partir del
mediodía, el sol ilumina la fachada oeste, la de las zonas comunes.